La reforma electoral en Castilla-La Mancha

24/07/2014 - 23:00 Redacción

Castilla-La Mancha se ha convertido en la primera región de España en ejecutar una decisión con alto contenido simbólico y de carácter popular o populista. Drástica reducción en el número de diputados en las cortes regionales, menos políticos para una administración, como las demás, sobradas de representantes de los ciudadanos. Es un gesto de austeridad aplicada sobre uno mismo y eso resulta del agrado del pueblo en el que reside la soberanía. A esta recomposición del arco parlamentario se une además la anterior medida de dejar sin sueldo a los diputados que sólo cobran dietas. Cualquier reducción del gasto público siempre debe ser bien acogida si no supone una merma del servicio al ciudadano, que en este supuesto no se da. El número de políticos es exagerado por fundamental que sea su figura para el funcionamiento de la democracia y de la propia sociedad, dotada de la política como modo de organización.
La principal crítica a esta reforma debe ser la falta de acuerdo en torno a ella. Se trata de una cuestión de Estado como la reforma de la Constitución, de la Educación o de la Sanidad y en temas de esta trascendencia debe imponerse el diálogo y el entendimiento y no la fuerza de las mayorías que solo lleva a futuras contrarreformas. Los criterios para la asignación de escaños a cada provincia o el número de votos que se debe obtener para alcanzar un sillón deben ser objetivos, proporcionados, equilibrados, justos y pactados. Sólo así no habrá duda sobre la intencionalidad de una medida en principio acertada. Pero no se puede, por ejemplo, dejar fuera de los arcos parlamentarios a las formaciones minoritarias que también representan el sentir y el opinar de una parte de los electores, o permitir que los votos tengan un valor distinto dependiendo del lugar donde se emitan. Es necesario dignificar la política y los primeros que deben entenderlo son los propios gestores de la cosa pública. Lo contrario es alimentar extremismos, lo que va en perjuicio de todos.