Copago en las fiestas de los pueblos

24/08/2014 - 23:00 Redacción

as aportaciones de los vecinos, otros colaboradores y el Ayuntamiento hacen posible la recaudación del dinero que se considera necesario para poder organizar las fiestas en la localidad de El Casar. Es un ejemplo de muchos de los pueblos de nuestra provincia en la que los destinatarios de los actos festivos pagan una cuota para su celebración. En otros lugares, también numerosos, el consistorio opina que bastantes son las necesidades de los ciudadanos y son las arcas municipales las que se hacen cargo de todos los gastos. Son dos formas distintas y totalmente aceptables de afrontar una misma situación. Quién quiera fiesta y participar en los actos que ayude a su financiación o bien considerarlo como un servicio público gratuito para todos.
En algunos sitios se paga en función del número de personas de la unidad familiar y en ocasiones se tiene en cuenta la situación de la persona. No es solidario que el que lo pasa mal no tenga derecho a asistir a un acto o participar en una comida popular. Tampoco es justo que se lo que pague su vecino, ni esa situación de personas que se van del pueblo en estas fechas porque les hacen pagar y ellos no quieren fiestas. No llueve nunca a gusto de todos y cualquier opinión tiene mucho de razón. Lo ideal es que los actos que programe un Ayuntamiento sean para todos sin coste- ya se pagan impuestos-, pero también hay que comprender que tener toros o una buena orquesta en la plaza no está al alcance de los pequeños municipios con escasos recursos o de los de mayor tamaño en época de crisis en las que se debe priorizar el primero comer y luego divertirse. En toda esta maraña hay que recordar que las fiestas suponen afluencia de público a los municipios, aumento del consumo y que la economía de algunos depende de estas fechas. Revierten positivamente en la vida de la localidad y forman parte de la identidad como pueblo. Hay que defenderlas. Menos días de fiesta, menor presupuesto son recetas adoptadas ya desde hace varios años, así como la ayuda de los comercios anunciándose en el programa. Es tiempo de imaginación. .