Navidad en Guadalajara

13/12/2014 - 23:00 Redacción

El pregón de los padres Franciscanos en la iglesia de El Carmen supone cada año en Guadalajara el inicio oficial de las fiestas de Navidad, aunque días antes ya disfrutamos de la iluminación navideña para fomentar principalmente las compras en la ciudad. También el puente de la Inmaculada, con sus hogueras en la provincia y la Nochebuena molinesa, es momento oportuno para decorar nuestras casas, principalmente con los nacimientos. El belén monumental y el del centro San José muestran el arte y el simbolismo cristiano. La música de las rondas populares interpretando los villancicos de toda la vida es otro signo inconfundible de estas fechas, a golpe de pandereta y zambomba. Nuestra cultura, transmitida de generaciones en generaciones, es lo suficientemente rica para permitirnos vivir de manera intensa y emotiva las fechas más entrañables del año, aquellas en las que brota la parte más sensible de las personas haciendo la convivencia más agradable y que además resultan positivas para el comercio, la hostelería y el turismo.
Debemos hoy en día promocionar y defender nuestras navidades de siempre que no necesitan de importaciones de otros países como el llamado black Friday, que con ofertas comerciales agresivas da inicio el último viernes de noviembre a la temporada comercial navideña en Estados Unidos, ni a Papa Noel con sus renos y regalos en la Nochebuena. Bien están, pero en un segundo plano. A nuestra provincia vienen desde hace siglos ilusionando a los más pequeños los Reyes Magos en sus camellos y los niños, de siempre, han pedido el aguinaldo por las casas, costumbre que se va perdiendo y que hay que reivindicar. Son tradiciones de siglos y a veces parece que nos gusten más otras iniciativas sin historia simplemente porque vienen de otros lugares. No es que sea malo abrirse al mundo y enriquecerse con lo que viene de fuera. La globalización tiene mucho de positivo. De lo que se trata es de valorar nuestra historia, respetar nuestras normas no escritas, potenciar el belenismo, los villancicos y los Magos de Oriente.