La exigible transparencia

01/02/2015 - 23:00 Redacción

En tiempos en los que ha aflorado la corrupción se hace imprescindible exigir a nuestros políticos la máxima transparencia en el ejercicio de sus funciones y la absoluta claridad de la gestión que realizan en las instituciones donde lo que se maneja es dinero público. Afortunadamente no hay casos conocidos de corrupción en Guadalajara y las denuncias por posibles irregularidades que plantean desde la oposición frente a actuaciones del equipo de Gobierno se archivan dando la sensación de que su presentación responde más al “difama que algo queda”, una práctica que está haciendo mucho daño a la clase política y que es ejercida desde hace años por los políticos de uno y otro signo como arma arrojadiza. Se equivocaron y siguen haciéndolo. Las consecuencias son el desafecto, la desconfianza hacia ellos y el crecimiento del extremismo. En este clima de crispación y desencanto se recibe con agrado la noticia dada el pasado jueves por la Organización Transparencia Internacional España que coloca al Ayuntamiento de la capital entre los primeros de España en transparencia tras estudiar un conjunto integrado por ochenta indicadores, en un total de 110 ayuntamientos de España. Guadalajara está a la cabeza en limpieza en cuanto su trabajo tras la evaluación de datos y la información que se hace pública en la web que recoge los resultados del ITA 2014. Se trata de un examen institucional que se elabora de manera totalmente gratuita y sin aceptarse ningún tipo de ayuda o subvención por parte de los ayuntamientos, lo que de mayor credibilidad y seriedad al estudio que, por otra parte, no analiza comportamientos particulares de las personas que integran los ayuntamientos, es decir que no detectaría casos concretos de corrupción. Estamos en el buen camino, lo que no significa que se pueda ser aún más transparente aportando más datos. Queda camino por hacer, reconoce el grupo popular y el socialista reclamaba otro plus el viernes en una moción con puntos que extraña levanten reticencias o rechazo por parte del Equipo de Gobierno.