Hay que seguir luchando

21/06/2015 - 23:00 Redacción

¿Qué puede llevar a un hombre a acabar con la vida de una mujer? Es una pregunta reiterativa que se repite una y otra vez cada vez que encendemos el televisor y vemos cómo una mujer ha muerto a manos de un hombre y la negra lista de las víctimas de la violencia de género se sigue incrementando. La violencia en ningún caso está justificada, y menos aún, hacia una persona a la que se supone que te une un lazo afectivo. No hay duda de que las administraciones siguen uniendo sus esfuerzos e incluso redoblándolos para luchar contra esta lacra social, pero algo falla si las mujeres siguen muriendo. Y el número real de mujeres que han sufrido algún tipo de violencia de género que se recoge en el informe del primer trimestre del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial se eleva a 29.153. Una cifra que no es baladí y que da cuenta de la dimensión de este problema social. Uno de los aspectos positivos, si hay alguno, que revela este documento es que ha aumentado el número de denuncias, lo que se puede interpretar como una mayor concienciación por parte de las mujeres, que no están dispuestas a seguir aguantando el maltrato y deciden dar un paso al frente y decir ¡Basta ya! En el primer trimestre, en Guadalajara, se han contabilizado 174 denuncias, el doble de las registradas en este mismo periodo en 2014. La mayoría de ellas, además, han sido presentadas por la propia víctima, ya sea a través del juzgado o de atestado policial. Por fortuna, en la provincia no ha habido que lamentar ningún homicidio. Las cifras pueden resultar frías y distantes, pero no deben “dejarnos indiferentes”, como afirma la presidenta del Observatorio, pues no hay que olvidar que detrás de ellas hay mujeres –algunas muy jóvenes, incluso adolescentes– y niños que están sufriendo, familias rotas, en muchas ocasiones por la sinrazón, y por las que merece la pena seguir luchando para evitar que los jóvenes repitan patrones de conducta deplorables en una sociedad avanzada.