Promesas y realidades

20/08/2015 - 23:00 Redacción

Se contaba de aquel político en el fragor de la campaña electoral prometió a los vecinos de un pueblo que les construiría un puente sobre el río. Cuando uno de los oyentes le replicó que no tenían río apresurado le contestó “pues os haré un río”. Los políticos, de todos los signos, intentan atraer el voto con todo tipo de promesas. Pues bien, a veces, sus palabras y voluntades son sinceras, tal vez más de lo que pensamos. El pasado mes de febrero, el alcalde y candidato a la alcaldía Antonio Román presentaba un gran proyecto de Ciudad del Fútbol que contemplaba la construcción en tres fases de un total de cuatro campos de fútbol- 11 y otros once de fútbol -7 en el Remate de las Cañas. Además se construiría un campo de fútbol que permitiría un aforo de diez mil personas cumpliendo con los requisitos exigidos por la Liga de Fútbol Profesional para militar en la máxima categoría del fútbol nacional. La oposición tachó de electoralista la propuesta. El tiempo demuestra ahora que no es así. Esta semana el reelegido alcalde ha informado de que el proyecto está en fase de redacción y cuando los servicios técnicos lo finalicen saldrá a licitación de inmediato. No fue papel mojado como tampoco las promesas de sensibilidad social con las personas desahuciadas de Ahora Villanueva. La nueva alcaldesa ha señalado que el Ayuntamiento atenderá personalmente a todos los vecinos que lo estén pasando mal y puedan perder su vivienda. Cumple con su programa y su palabra como en Cabanillas donde también se intensifican las actuaciones contra los desahucios al asumirse el compromiso en el pacto de investidura. El Ayuntamiento de Azuqueca, por cierto, lo lleva haciendo ya mucho tiempo. El Gobierno regional cumplirá con su compromiso de reapertura de algunas escuelas rurales cerradas y sigue en su lucha por oponerse a los trasvases del Tajo al Segura, como prometió. No han pasado los cien días de cortesía, en verano y con fiestas por organizar y, unos y otros , ya se han puesto manos a la obra para cumplir algunas de sus promesas. Es de justicia reconocerlo.