Sergio Gaspar proyecta dar a conocer la zona de Checa con su literatura

09/03/2012 - 12:48 Borja Torre

 
Sergio Gaspar Nieto se convirtió en el ganador del premio literario Villa de Benasque de narrativa de este año, uno de los galardones más importantes de Aragón, gracias a su obra El taxista que pagaba sus impuestos. Este poeta, escritor y editor barcelonés nacido en Checa en el año 1954 lleva toda una vida dedicada a las letras, paseando su origen guadalajareño por todos los lugares por los que pasa.
En los últimos años se ha centrado en editar literatura gracias al proyecto de DVD Ediciones, cuya sede se encuentra en Barcelona. “Nací en Checa, fui a Cataluña con nueve meses de edad y llegue a Barcelona con dos años. Allí estudié Filosofía y Letras y siempre he estado dedicado a la literatura, a su enseñanza, su edición y cosas así”. Con todo ello, pese a haber hecho su vida en el noreste peninsular, Gaspar asegura que se siente muy checano, pero también “de todos aquellos paisajes”. “Siendo Guadalajara, es también Teruel y Cuenca, muy especial. Es el sitio en el que por un lado arranca el Tajo y por ello la vertiente atlántica, pero también lo hacen ríos como el Guadalaviar u otros, siendo de la vertiente mediterránea. Es una zona de frontera total, un hecho que siempre me ha atraído mucho”. Por ello, visita la comarca cada vez que puede. “Yo si pudiera viviría en Checa. Tenemos allí la casa familiar”.
Su obra galardonada, El taxista que pagaba sus impuestos, es una historia en la que un hombre descubre que su matrimonio estaba fundamentado en multitud de engaños. Frente a ello, cuando va descubriéndolos, va dejando de comprender el mundo y sumiéndose en la incertidumbre. “En realidad no es más que el retrato de lo que habitualmente es la condición humana. Crees que sabes una cosa importante para ti y en un momento determinado descubres que realmente lo ignoras. Esa lucha entre saber e ignorar, en querer comprender y no estar satisfecho nunca”.
Este checano de nacimiento se presentó a un certamen, el de Benasque, en cuyo jurado destacaban dos escritores aragoneses muy afamados como son Ramón Acín y Teresa Garbí. Además, completaba el grupo el crítico de narrativa y profesor universitario José María Pozuelo Yvancos, del diario ABC. Que profesionales de este nivel fueron los que valoraron su novela hizo que ganara entidad. “Es una satisfacción, pero todo resultado final es fruto del azar. Yo nací en Checa y por azar acabé en Barcelona. Publicas un libro como editor que te parece una maravilla y el azar te lleva a que sea un desastre. Publicas otro como Poemas japoneses a la muerte, que parecía que no le iba a interesar a nadie, y vendes miles de ejemplares y España se llena de cultura japonesa. El azar es realmente una gran causa”, comenta enigmático.
Antes de la obra narrativa premiada, Sergio Gaspar se había centrado en la poesía. El primero de ellos fue Revisión de mi naturaleza, publicado en Barcelona. Después vino Aben Razin, antropónimo de Albarracín, en clara alusión a la tierra que le vio nacer. “Las tres partes del título son topónimos de la zona, siendo el primero de nuevo Aben Razin, el segundo Molina de Aragón y el tercero El puente de San Pedro”. Después vino otro libro lírico llamado Estancia.
Para el futuro, espera que su tarea como editor le deje tiempo para seguir creando sus propias obras. No obstante, desgrana un bonito proyecto con el que le gustaría escribir sobre “lo que ahora llaman el Alto Tajo, que es un concepto más reciente y más turístico”. “Me gustaría escribir de todos esos paisajes porque es una de las zonas más mágicas que yo conozco de la Península Ibérica y, por lo que yo se, de la Europa occidental. Al igual que Sánchez-Dragó explicó una mitología en torno a Soria a mi me apetecería hacer algo similar con mi zona”. Gracias a Aben Razin ya comenzó este camino, “pero su propio género hace que sea menos accesible. Por el contrario, hacer libros más descriptivos e históricos llegará a más gente”.
Gaspar hace referencia a El río que nos lleva, de José Luis Sampedro, “pero ese libro empieza mucho más abajo de la parte de Checa”, y que los gancheros comenzaban a trabajar allí, “aunque venían de más arriba, ya que mi abuelo paterno traía en el carro los maderos que se lanzaban al Tajo desde la Hoz Seca”. Así, explica que esa parte del paisaje no está recogida en la obra del genial escritor catalán. “Desde Peralejos hacia arriba sigue siendo una zona muy inexplorada de la provincia de Guadalajara”. Tal vez esas futuras obras del checano Sergio Gaspar logren que cambie la tendencia.