Alovera recuerda en silencio a los fallecidos en el atentado del 11-M
01/10/2010 - 09:45
Por: EFE
Un centenar de vecinos de Alovera han guardado hoy un minuto de silencio ante el monolito erigido en memoria de las 192 víctimas de los atentados del 11-M, en torno al cual familiares y amigos han colocado otras tantas velas para recordar a los fallecidos, entre ellos dos vecinas de la localidad. Mientras que las familias de estas dos jóvenes han preferido recordarlas en la intimidad, Alovera ha querido hacer lo propio con una concentración en torno al monumento levantado en su recuerdo en la Plaza de la Comunidad, donde había también claveles blancos en su memoria.
Un centenar de vecinos de Alovera han guardado hoy un minuto de silencio ante el monolito erigido en memoria de las 192 víctimas de los atentados del 11-M, en torno al cual familiares y amigos han colocado otras tantas velas para recordar a los fallecidos, entre ellos dos vecinas de la localidad.
Mientras que las familias de estas dos jóvenes han preferido recordarlas en la intimidad, Alovera, uno de los pueblos de Guadalajara castigados por el suceso, ha querido hacer lo propio con una concentración en torno al monumento levantado en su recuerdo en la Plaza de la Comunidad, donde había también claveles blancos en su memoria.
Alovera ha sido el único pueblo de Guadalajara que ha organizado un acto público de homenaje a las víctimas, y el resto de los municipios de la provincia afectados por los atentados de los que hoy se cumplen cuatro años, como Guadalajara, Marchamalo y Cabanillas, han preferido dejar que las familias vivan este día en la intimidad.
El alcalde Alovera, David Atienza, al igual que otros de los regidores de los municipios del Corredor que perdieron a alguno de sus vecinos en los atentados de los trenes, como el de Guadalajara, Antonio Román, se han trasladado al acto convocado en Madrid en recuerdo de las víctimas.
Ante el monolito de Alovera -una vela gigante en la que se lee "Nada es tan necesario al hombre como un par de lágrimas", dedicado a todas las víctimas de la intolerancia- el segundo teniente de alcalde, Juan Carlos Martín, ha leído un comunicado en nombre de todos los vecinos en recuerdo de las 192 víctimas, en especial de sus dos vecinas, Sara Centenera y Begoña Martín Baeza.
El Ayuntamiento ha manifestado la solidaridad de este municipio con todas las víctimas del "brutal, vil y cobarde acto terrorista" del 11-M, como también se ha referido al ex concejal asesinado por ETA el viernes pasado en Mondragón, todos ellos "malos tragos" que no deben impedir dejar la lucha por los valores comprometidos.
"Los ciudadanos demostraron el domingo que quieren la paz en nuestro país, la democracia y el Estado de Derecho", ha agregado el teniente de alcalde.
Aunque han pasado cuatro años del 11-M, la presencia de los fallecidos "continúa fresca en nuestros pensamientos y corazones porque todos quedamos marcados por ella", según el comunicado.
El Consistorio ha lanzado un mensaje de esperanza para que hechos como este no se vuelvan a repetir, y "esperamos que las vidas de cuantos fallecieron ese día sirvan para hacernos a todos más fuertes en el futuro, así lo deseamos y en esa idea nos empeñaremos" porque "la vida sigue, aunque sea diferente".
Guadalajara fue una de las ciudades de las que el 11 de marzo de 2004 partió uno de los cuatro trenes donde explotaron bombas que dejaron una docena de muertos vecinos de la capital, Azuqueca de Henares, Alovera, Marchamalo y Cabanillas del Campo, entre otros.
Guadalajara fue la provincia de Castilla-La Mancha más afectada por la tragedia y, apenas unos días después del 11-M, otro vecino de la capital, Francisco Javier Torrontera, miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO), con sede en la capital alcarreña, perdió la vida mientras participaba en una operación antiterrorista en un piso de Leganés (Madrid), donde se suicidó un grupo de islamistas
Mientras que las familias de estas dos jóvenes han preferido recordarlas en la intimidad, Alovera, uno de los pueblos de Guadalajara castigados por el suceso, ha querido hacer lo propio con una concentración en torno al monumento levantado en su recuerdo en la Plaza de la Comunidad, donde había también claveles blancos en su memoria.
Alovera ha sido el único pueblo de Guadalajara que ha organizado un acto público de homenaje a las víctimas, y el resto de los municipios de la provincia afectados por los atentados de los que hoy se cumplen cuatro años, como Guadalajara, Marchamalo y Cabanillas, han preferido dejar que las familias vivan este día en la intimidad.
El alcalde Alovera, David Atienza, al igual que otros de los regidores de los municipios del Corredor que perdieron a alguno de sus vecinos en los atentados de los trenes, como el de Guadalajara, Antonio Román, se han trasladado al acto convocado en Madrid en recuerdo de las víctimas.
Ante el monolito de Alovera -una vela gigante en la que se lee "Nada es tan necesario al hombre como un par de lágrimas", dedicado a todas las víctimas de la intolerancia- el segundo teniente de alcalde, Juan Carlos Martín, ha leído un comunicado en nombre de todos los vecinos en recuerdo de las 192 víctimas, en especial de sus dos vecinas, Sara Centenera y Begoña Martín Baeza.
El Ayuntamiento ha manifestado la solidaridad de este municipio con todas las víctimas del "brutal, vil y cobarde acto terrorista" del 11-M, como también se ha referido al ex concejal asesinado por ETA el viernes pasado en Mondragón, todos ellos "malos tragos" que no deben impedir dejar la lucha por los valores comprometidos.
"Los ciudadanos demostraron el domingo que quieren la paz en nuestro país, la democracia y el Estado de Derecho", ha agregado el teniente de alcalde.
Aunque han pasado cuatro años del 11-M, la presencia de los fallecidos "continúa fresca en nuestros pensamientos y corazones porque todos quedamos marcados por ella", según el comunicado.
El Consistorio ha lanzado un mensaje de esperanza para que hechos como este no se vuelvan a repetir, y "esperamos que las vidas de cuantos fallecieron ese día sirvan para hacernos a todos más fuertes en el futuro, así lo deseamos y en esa idea nos empeñaremos" porque "la vida sigue, aunque sea diferente".
Guadalajara fue una de las ciudades de las que el 11 de marzo de 2004 partió uno de los cuatro trenes donde explotaron bombas que dejaron una docena de muertos vecinos de la capital, Azuqueca de Henares, Alovera, Marchamalo y Cabanillas del Campo, entre otros.
Guadalajara fue la provincia de Castilla-La Mancha más afectada por la tragedia y, apenas unos días después del 11-M, otro vecino de la capital, Francisco Javier Torrontera, miembro del Grupo Especial de Operaciones (GEO), con sede en la capital alcarreña, perdió la vida mientras participaba en una operación antiterrorista en un piso de Leganés (Madrid), donde se suicidó un grupo de islamistas