La Pasión de Trillo le pone buena cara al mal tiempo

30/03/2013 - 16:41 Redacción

 
  Al mal tiempo, buena cara. Los trillanos han puesto en práctica esta mañana el dicho y, con la mejor de las disposiciones, han llevado a cabo la vigésima representación de la Pasión Trillana. A las once de la mañana, hora prevista para el comienzo de Misa y posterior Vía Crucis, la temperatura era de nueve grados, y si poco antes chispeaba, a esa hora comenzaba a jarrear sobre Trillo. Así lo atestiguaba el gran río Tajo, mayor que nunca esta mañana, pues su paso por el azud de la Central Nuclear lo hacía crecido hasta los 88,50 metros cúbicos de agua por segundo.
 
 
  En estas circunstancias, el párroco local, Santiago Jiménez, y los más de cuarenta voluntarios que han participado en la Pasión Trillana, tomaban la determinación de llevarla a cabo en el interior de la Iglesia, que como cada año, se llenó para presenciarla. Puntualísima, comenzaba la representación de los juicios contra Jesús.
 
  De nuevo el trabajo de los participantes fue sobresaliente, sin duda a la altura de la efeméride de las veinte pasiones trillanas que se han cumplido hoy. A continuación, el altar se convertía en el escenario de las estaciones del Vía Crucis, cada una de ellas con su mensaje evangélico. En la primera, volvía a declamar Poncio Pilatos (Juan Alberto Moreno) para echar en cara a los sumos sacerdotes la corrupción que sembraron en el pueblo que termina con la petición de la pena de muerte para Jesús. Cada estación es un diálogo entre Jesucristo y el participante correspondiente, excepto la duodécima, en la que hay un monólogo del protagonista.
 
   Quienes participan opinan en común, como así ha sido también esta mañana, que la estación que más impresiona al público es la novena. Ernesto Lorenzo (Jesucristo) y Miguel Angel Batanero (Simón Cirineo) volvían a emocionar a los fieles al percibir el cambio en Cirineo, que en la quinta estación rechaza la Cruz, diciendo a los soldados que la lleven ellos que la han fabricado, mientras que en la novena se enfrenta con esos mismos soldados, dando la cara y defendiendo al redentor. Momento importante también es el diálogo que en la undécima estación Jesús mantiene con Dimas, el buen ladrón.
 
   La crucifixión, mermada en parte por no haberse podido representar en su emblemático lugar habitual, ha suplido el inconveniente con la entrega de sus protagonistas, de manera que como cada año, la Pasión terminó con un nudo en la garganta de todos los presentes. Tomó finalmente la palabra Santiago Jiménez, para agradecer su colaboración a los voluntarios, que recibieron la calurosa y sentida ovación de los fieles al terminar sus palabras.
 
   Esta noche tendrá lugar la procesión del Santo Entierro, en la que se llevan las imágenes a sus respectivas ermitas, el Nazareno y Santo Sepulcro a la ermita de San Juan y la Soledad a la ermita de la Soledad. Al terminar los actos religiosos, el Ayuntamiento, en las personas del alcalde de Trillo, Francisco Moreno, y de la concejala de Cultura, Mayte Blanco, hizo entrega de un presente a cada uno de los participantes “por sus años de esfuerzo y dedicación a los demás en un acto tan emotivo y entrañable como nuestra Pasión Trillana”, les dijo Moreno. Asimismo, hubo un aperitivo para todos ellos.