Angela Tamayo es homenajeada en Sigüenza por la Igualdad

10/08/2013 - 13:41 Redacción

  El Ayuntamiento de Sigüenza le otorgó ayer la “Mención Especial Ciudad de Sigüenza por la Igualdad” a Angela Tamayo García. Fueron el alcalde de la ciudad, José Manuel Latre, y la concejala de Bienestar Social, Charo Toro, quienes le hicieron entrega de la distinción y de un ramo de flores en un emotivo acto que llenó el Salón de Plenos de la Casa Consistorial. “En esta décima edición del premio, rendimos homenaje a una seguntina que ha hecho del arte su profesión, además de su afición. Su trabajo ha permitido que disfrutemos de una Sigüenza más bella, gracias a proyectos como la dirección del Grupo de Danza de la Rondalla Seguntina y a su actividad como artista floral”, dijo el alcalde de la ciudad, José Manuel Latre, en la presentación.
 
 
  El de ayer no fue el primer reconocimiento de Angela hacia su labor. La seguntina ya cuenta en su haber con el “Melero de Plata” que concede Casa de Guadalajara en Madrid , y también con la distinción que a comienzos de año recibió de los dulzaineros de Sigüenza en el XXVI Festival José María Canfrán. En su turno de palabra, Angela dio las gracias por el premio al Ayuntamiento de Sigüenza y a las trabajadoras del Centro de la Mujer “que ha ayudado para preparar esta fiesta tan bonita, que me ha servido para recordar algunos de los momentos más emotivos de mi vida rodeada de amigas”, dijo. Incansable, la seguntina afirmó que seguirá en la brecha.
 
  “Espero poder mantener mi actividad para hacer honor a esta distinción”, terminó. Correspondió a Charo Toro, hacer una semblanza personal de la galardonada. Angela Tamayo García nació en Sigüenza el día 10 de agosto de 1948. Precisamente recibió el premio un día antes de su cumpleaños, motivo por el cual, toda la sala le cantó el “cumpleaños feliz” al terminar el acto. Angela destacaba ya en el colegio por sus cualidades interpretativas y mostraba dotes de artista. Recuerda que le divertía mucho imitar a las monjas y a los curas. Solía participar en el coro y en las funciones de teatro y otros espectáculos colegiales. En ellos aprendió a bailar.
 
   Después amplió su repertorio con los bailes regionales. Tras los años escolares, cursó estudios superiores de magisterio y trabajó sustituyendo a otras compañeras. En 1971 Angela fue la primera joven en ser proclamada reina de las fiestas de Sigüenza. Ese mismo año se casó con Jesús Canfrán, con quien tuvo tres hijos, Angela, Agustín y Jesús. Siempre ha mostrado un espíritu activo y emprendedor. Prueba de ello es que decidió sacarse el título de entrenadora y jueza de gimnasia rítmica. Angela reconoce que su sueño fue siempre ser bailarina.
 
   Creía que, al estar su madre trabajando para los Marqueses de Santo Floro, quizás la familia podía ponerla en contacto con Antonio Ruíz Soler, el famoso bailarín, y abrirle una puerta en el mundo del arte y del baile. Aquello nunca sucedió, y su camino se dirigió en otra dirección. Angela canalizó su pasión por el baile como directora del Grupo de Danza de la rondalla seguntina. Fue el primer grupo de baile a nivel provincial. Cosechó muchos éxitos dentro y fuera de Sigüenza, llegando incluso a viajar a Francia para actuar.
 
  Además cantaba en el Orfeón Donceli e impartía clases en las ursulinas y en el San Antonio de Portaceli de gimnasia rítmica y de mantenimiento para mujeres, una actividad innovadora y pionera en aquellos momentos. Angela siempre ha apostado por renovarse y evolucionar, por hacer cosas nuevas, por lo que dejó la rondalla para aventurarse a desarrollar su faceta creativa dentro del mundo del arte floral.
 
  De esta manera, hace ya 25 años que puso en marcha su floristería inspirada en el trabajo de su padre como jardinero de la Alameda. En su familia hay ya tres generaciones dedicadas al arte floral en Sigüenza, ya que sus hijos Angela y Agustín también se dedican profesionalmente a ello. Angela ha pasado por diferentes dificultades y recuerda lo complicada que era antes su profesión, porque las flores llegaban en tren y ella tenía que bajar a la estación con la tensión de tener que recogerlas antes de que el tren siguiera su camino.
 
  La ayer galardonada ha superado otros obstáculos además de aquel, y recuerda lo que pesaban los centros que tenía que llevar cuesta arriba por la calle Mayor hasta el castillo, por lo que al final decidió sacarse el carnet de conducir y así también se facilitaba el servicio de llevar flores a los pueblos. El Centro de la Mujer de Sigüenza había preparado después presentación con fotos antiguas que repasaron la vida de Angela. Al finalizar el acto, los seguntinos compartieron un vino español en el que actuaron los Dulzaineros de Sigüenza, capitaneados por Agustín, el hijo de la homenajeada.