Tamajón honra a la Virgen de los Enebrales

17/08/2014 - 14:32 Redacción

El viernes, día 15 de agosto, los agalloneros acudieron desde Tamajón a la Ermita de los Enebrales, que dista 1,8 kilómetros del casco urbano, para abrir las fiestas patronales del pueblo, con la ofrenda floral a la Virgen y el pregón de fiestas. Previamente, como es la costumbre, varias mujeres habían vestido a la señora con sus mejores galas, que recubrían su corazón de enebro.

Ayer, la localidad celebró el día  grande de las fiestas. A partir de las 18:30 horas los fieles, muchos de ellos a pie, acudían de nuevo hasta la Ermita para presenciar la ceremonia religiosa que se oficia allí mismo. Sobre una de las grandes paredes del recinto, que sufriera graves daños durante la Guerra Civil, colgaba un lienzo de la Virgen a la espera de  que el Ayuntamiento de Tamajón culmine la restauración de los frescos que hay bajo la tela actual.

Mientras tanto, la Ermita, puerta de doble hoja que por un lado abre hacia la Sierra Norte y por el otro hacia la Ciudad Encantada de Tamajón, se llenó de agalloneros que sienten una devoción muy especial por la de los Enebrales. Al filo de las ocho de la tarde, la talla salía a hombros en dirección al pueblo. Allí mismo, en los pórticos, esperaban los Gaiteros Mirasierra, grupo formado por cuatro dulzainas castellanas, una caja y un bombo. De camino hacia la Iglesia de Tamajón, donde la Virgen descansará hasta el segundo domingo de septiembre, los dulzaineros han interpretado varias marchas procesionales, con el regusto inconfundible de lo auténtico, mientras los fieles se relevaban para llevar a hombros la talla.

Muchos mayores arrimaron el hombro, alguno, con toda su voluntad y apoyando su determinación sobre un bastón, mientras su nieto vigilaba de cerca sus movimientos. A medio camino, la comitiva se encontró con más mayores, que ya no pueden acercarse hasta la Ermita, pero que, ayudados por sus familiares quisieron recibir a la patrona de Tamajón un poco antes de que pisara las calles del pueblo. Pasadas las ocho y media de la tarde, la Virgen de los Enebrales llegó hasta la Iglesia de la Asunción, después de que la procesión transcurriera entre caprichosas formaciones pétreas, enebros, sabinas y la melodía de dulzainas y tamboriles.

Los agalloneros depositaron la imagen a las puertas del templo. Tomó entonces la palabra Darío Santos García, el subastero de las andas. Además de los cuatro palos, Darío almonedeó también las ofrendas que le han hecho este año a la señora, entre las que se contaban ramos de flores, repostería variada o cuadros. Además, se pusieron a la venta recuerdos de la Señora, cuya recaudación se dedica luego a los gastos de mantenimiento de la Ermita y de la talla.

Con el sol prácticamente ya a la altura del horizonte, la de los Enebrales entró en la Iglesia, donde permanecerá hasta el segundo domingo de septiembre. El momento más emotivo de la tarde llegó cuando los agalloneros, todos juntos, cantaron el himno de la Virgen, haciendo después el típico paso por el manto para terminar la ceremonia.

Son muchos los fieles que se acercan a Tamajón por la fe que le tienen a la Virgen. Ayer había devotos de Matallana, Roblelacasa, Muriel, Alovera, Campillo de Ranas o El Vado, por citar unos ejemplos. Acompañando a los agalloneros y a su alcalde, Eugenio Esteban de la Morena, en la procesión, estuvo el diputado de Turismo, Jesús Parra.