Guarinos participa en una visita teatralizada al castillo de Zorita de los Canes

24/08/2014 - 16:17 Redacción

“Nuestra provincia tiene mucho que enseñar: un rico patrimonio histórico-artístico, una singular y variada cultura tradicional, parajes naturales únicos, una gastronomía digna del paladar más exigente… y tenemos que poner todo eso en valor y darlo a conocer.

Así lo ha señalado la presidenta de la Diputación de Guadalajara, Ana Guarinos, tras participar en una visita teatralizada al castillo de Zorita organizada desde el Parque Arqueológico de Recópolis y en la que, junto al alcalde Dionisio Muñoz -y más de un centenar de turistas acompañados de la directora de Recópolis, Victoria Peña, ‘el Comendador calatravo’ y ‘la alcaldesa’- ha tenido ocasión de conocer los detalles de un enclave único –cuya construcción se inició con piedras de la vieja ciudad visigoda de Recópolis- que ayuda a conocer la importante historia que define estas tierras de la Alcarria. Durante todos los sábados de este mes de agosto, ‘La visita del Comendador’, una propuesta que parte del Centro de Interpretación de Recópolis como complemento a la visita al Parque Arqueológico, que está cosechando un éxito rotundo, permitiendo a cientos de personas conocer esta parte de la historia de nuestra provincia que hoy forma parte de su patrimonio más significativo. Según ha recordado la presidenta de la Diputación de Guadalajara, Recópolis reabrió sus puertas al público hace un año de la mano de la Institución Provincial, a través de un convenio con el Ayuntamiento de Zorita y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.
“Es un lugar privilegiado y muy significativo en la provincia, aunque no el único”, ha asegurado Guarinos, apuntando en este sentido que a lo largo de toda la geografía provincial se pueden descubrir bellos ejemplos de románico rural, grandes espacios naturales en la Sierra Norte, el Señorío de Molina y el Alto Tajo, edificios y monumentos de gran valor, importantes muestras de cultura popular o una arquitectura negra única y singular.
 “Todo esto tenemos que enseñarlo con orgullo y ponerlo en valor, porque así se puede contribuir al desarrollo de nuestro medio rural, aprovechando el turismo como fuente de riqueza. Desde la Diputación estamos convencidos de que el turismo es un sector que tiene un gran potencial en nuestra provincia y estamos decididos a impulsarlo”, ha señalado la máxima responsable de la Institución Provincial.
Para facilitar el conocimiento de todos los recursos turísticos, el castillo de Torija se presenta como un punto de partida estratégico. En esta fortaleza se ubica el Centro de Interpretación Turística de la provincia que ofrece una visión general y completa de todo lo que se puede ver y hacer. “Es un lugar de referencia para organizar ese viaje inolvidable por nuestra provincia”, asegura Ana Guarinos, que también recuerda la apertura, hace sólo unos meses, en la antigua Posada del Cordón de Atienza, del Centro de la Cultura Tradicional que muestra las costumbres y formas de vida de los habitantes de Guadalajara a lo largo del último siglo. Recópolis y el castillo de Zorita En esa línea de divulgación se trabaja también desde Recópolis, donde a lo largo de todo el verano se han intensificado las actividades para dar a conocer a todos los públicos esta ciudad visigoda y su entorno. Así, además de las visitas teatralizadas al castillo, ha habido una escuela de verano con talleres para niños de 5 a 16 años, además de una jornada de divulgación científica.
En lo que concierne a las visitas teatralizadas al castillo, quienes todavía no lo hayan hecho, tienen una nueva oportunidad el próximo sábado, 29 de agosto. Esta iniciativa ofrece una entretenida y didáctica visión de la historia más remota de Zorita ligada a una fortaleza que se empezó a construir en la primera mitad del siglo IX, utilizando como cantera la vieja ciudad visigoda de Recópolis.
El alcalde de Zorita asegura que la apertura de Recópolis está siendo vital para el turismo en zona, asegurando que son cientos las personas que cada fin de semana visitan la ciudad visigoda y el castillo –declarada Bien de Interés Cultural en 1931-, que pasó de ser alcazaba islámica a fortaleza de la Orden de Calatrava, y permite al visitante acercarse a un intenso periodo histórico que va desde el siglo IX al XVI. Allí todavía pueden contemplarse restos de su iglesia románica, la sala del moro, la cripta excavada en la roca, torres, algibe o las fuertes murallas que sirvieron para defender el territorio en mil batallas.