Las carrozas de Azuqueca se despiden a lo grande de la treintena

21/09/2014 - 20:26 Javier Pastrana Margüenda

Series de televisión, de antes y de ahora; cine, con mención especial a Pixar; rincones del mundo; parajes de ensueño y reivindicación. Todo tuvo cabida en la XXXIX edición del Desfile de Carrozas de Azuqueca de Henares. Miles de personas acudieron a disfrutar de esta cita declarada de Interés Turístico Regional. Lo hicieron un día después de que Jacinto Asenjo, un fiel colaborador de la celebración de las fiestas desde hace 70 años, se encargara de dar el pregón ante una Plaza Mayor abarrotada de peñistas. Durante la mañana del domingo, Azuqueca contó con las primeras visitas de relevancia. La presidenta de la Diputación, Ana Guarinos, asistió a la misa solemne organizada por la Hermandad Virgen de la Soledad, que se ocupa de los actos religiosos. El acto constó también den un desayuno en la Ermita y un paseo guiado por la Banda de Música de Azuqueca hasta la iglesia de la Santa Cruz. Allí estuvo con el alcalde, que también recibió la visita del secretario regional del PSOE, Emiliano Gargía-Page. Sin embargo, aún estaba por llegar la cita más importante del fin de semana. Desde primera hora de la mañana, las 25 peñas que participan en el XXXIX Desfile de Carrozas ultimaban los últimos detalles para que todo estuviera listo para las 21.00 horas, momento en el que, como es tradicional, hicieron su salida desde la calle Río Henares, hacia el Ayuntamiento. Elaboradas principalmente con material reciclado y de manera artesanal, el concejal de Fiestas, Santiago Casas, recordó que los peñistas también confeccionan disfraces para complementar sus diseños y que “hasta el último momento siguen incluyendo detalles para que todo esté perfecto”.
Las carrozas evocaron desde series de televisión a lemas reivindicativos
Finalmente, las peñas desfilaron fieles a su cita recordando series de televisión antiguas, como Bola de Dragón o V, y otras más recientes, caso de Juego de Tronos. Además, hicieron gala de su espíritu reivindicato reclamando atención para el Monasterio de Bonaval, en progresivo proceso de deterioro, y una escuela pública “de todos y para todos”.