Un alustantino logra un sobresaliente 'cum laude' con una tesis sobre Molina

10/02/2015 - 17:46 Redacción


El Geoparque de la comarca del Señorío de Molina y Alto Tajo ya dispone de un trabajo científico de altura, como venido al dedo, que oportunamente incide en una de sus facetas más relevantes. Se trata del estudio “El patrimonio cultural y la identidad como factores de desarrollo de la sociedad rural. Prospección de recursos para un turismo cultural en el Señorío de Molina de Aragón (Guadalajara)”. Tesis doctoral del alustantino Diego Sanz Martínez, que ha merecido el Sobresaliente “cum laude” por unanimidad, siendo propuesta para Premio Extraordinario, también por unanimidad, por el tribunal en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense donde se defendió el 27 de enero. Premio que esperamos obtenga en su momento, aunque primero merezca una edición en consonancia con su aportación y valía.
El presidente del Tribunal, Jesús Ignacio Martínez Paricio, definió el trabajo científico como una auténtica “enciclopedia”; en lo que abundaron el resto de los miembros, profesores Julián Mora Aliseda, Santiago Rosado Pacheco, Antonio Sastre Merlín y Juan José Fernández Sanz. En sus 970 páginas, y estructurada en cuatro partes, se analiza primero la cuestión comarcal, deteniéndose el doctorando en la personalidad histórico-geográfica del territorio, y en especial en la identidad como factor de un desarrollo turístico sostenible.
En un segundo momento se estudia el territorio como recurso cultural, incidiendo en el paisaje como recurso cultural, en los términos municipales y su evolución histórica, en la red viaria histórica y en la recuperación de sus principales caminos (v.gr. el Camino Real de Aragón, en cuyo proyecto se hallan embarcadas diferentes asociaciones culturales, incluso Ayuntamientos de la zona).
El patrimonio material y sus recursos tangibles, la arqueología, castellología, el urbanismo molinés y sus modelos, la arquitectura popular y el patrimonio cultural religioso, con sus iglesias, pairones y ermitas se analiza en un tercer capítulo. Lo que se completa con otro más dedicado al patrimonio inmaterial, a los retos y oportunidades de los recursos intangibles, donde, entre otros, el autor se detiene en la toponimia, el paisaje sonoro (campanas, campaneros y toques), el ciclo festivo molinés, la indumentaria y, por supuesto, la gastronomía.
Una extraordinaria documentación bibliográfica, donde la apelación a los estudios más clásicos se conjuga con referencias a los folletos y artículos de prensa más actuales, un hábil manejo de la informática y la infografía, y una base fotográfica diríase completa avalan un estudio cuya minuciosidad se manifiesta, v. gr., y por señalar un mero ejemplo, en la señalización de las coordenadas de cualesquiera lugar analizado; que sin duda ayudarán a todo potencial visitante.
Está claro, también, que el doctorando se ha pateado el terreno, cual resulta imprescindible en los buenos estudios de campo o del territorio. Y con ojo científico y hasta paladeando los resultados, scire et sapere: que para ver, como dijera Machado, hay que mirar y hay que saber.
Tesis doctoral tras la que se encuentran, como directores, el sociólogo y politólogo molinés y Profesor Emérito de la Complutense, Alejandro López López, así como el doctor José Luis García Grinda, catedrático de la Escuela de Arquitectura de Madrid. Ambos compartieron con el doctorando los elogios del tribunal.
Diego Sanz Martínez se vio acompañado en su defensa de una representación del mundo de la cultura del Señorío de Molina, en especial de la asociación cultural Hontanar, de Alustante, una de las más activas de la comarca. Asimismo, los portavoces de La Otra Guadalajara, Jerónimo Lorente y Ángel Luis López Sanz, ejemplo de la mejor preocupación por el Señorío, como en tantas ocasiones han manifestado, no se quisieron perder un acto que a la postre fue también de afirmación molinesa, de esperanza en su futuro, y primero en su recuperación. Acto que, un poco de modo espontáneo e inusual, acabó con el “Gaudeamus igitur”, entonado por los asistentes. Que quizá debiera copiarse para actos similares de neta enjundia universitaria.