El Archivo Histórico se despide de la sede que le ha cobijado 40 años

23/10/2013 - 19:58 B.P.O.

Tras abandonar en agosto la sede en la que han dado cobijo a miles de documentos (el Palacio del Infantado), el Archivo Histórico de Guadalajara ha celebrado esta tarde despedida-homenaje a este gigante que le ha visto crecer durante cuatro décadas.


Riansares Serrano, directora del Archivo, explicaba que en los últimos meses se ha realizado una convocatoria entre los usuarios e investigadores que frecuentaban las instalaciones denominada ‘Palabras por el Archivo’. Con ella, pretendían reflejar en sus textos los sentimientos que ha despertado su paso por el Infantado. Después de recopilar muchos de ellos se leyó una selección en un emotivo acto que se celebró en el propio Palacio, en su sala de audiovisuales. Junto a Serrano, también acudieron al acto otras figuras de la cultura de Guadalajara, como la exdirectora de la Biblioteca Pública de Guadalajara, Blanca Calvo, o el director del Museo Provincial de Guadalajara, Fernando Aguado, así como miembros de la Asociación de Amigos del Archivo Histórico, entre los que se encontraba su presidente, Manuel Martín Galán, entre muchos otros usuarios, investigadores, archiveros…


Además de los textos, se visionaron dos vídeos, uno de Fernando Rincón, titulado ‘Recordando’, y otro de José Luis Muñoz Román, denominado ‘Palabras por el Archivo’.  Después, los autores de los textos seleccionados procedieron a su lectura, manifestando el sentir común de admiración por la sede que durante 40 años ha albergado el Archivo Histórico, recordando que este espacio es vital para el conocimiento, la cultura, la historia o el patrimonio provincial.
“Analiza el pasado si quieres descifrar el futuro”, de Confucio o “El mejor profeta del futuro es el pasado”, de Antonio Buero Vallejo, son dos de las frases que pudieron releer durante el acto de despedida, como buen reflejo del valor que supone un archivo histórico como el de Guadalajara.


La sede de la calle Julián Besteiro, un amplísimo complejo moderno, luminoso, seguro y funcional, abre la puerta ahora al futuro del Archivo Histórico. Su directora tiene una sensación “agridulce” por abandonar su anterior sede y, a la vez, estrenar unas instalaciones tan importantes. La “nostalgia” es algo que aún percibe, puesto que Serrano ha estado 21 años trabajando en este espacio, en el que “ha habido muchas horas de esfuerzo, de trabajo, de dedicación por parte de equipos formidables de trabajo que han ido pasando”. También se lleva consigo “las sensaciones, los silencios, los olores, el peso de la historia, cosas que a veces no se pueden explicar con palabras”.
En el viejo o en el nuevo, los investigadores y los usuarios seguirán trabajando con sus fondos.