La pensadora Elsa Punset descubrió anoche las claves para gestionar las emociones 

 La tarea de pronunciar las últimas palabras en el ciclo se encomendó a la filósofa Elsa Punset, hija de otro gran pensador, Eduard Punset, quien llegó puntualmente a Guadalajara para dar contenido a la conferencia y posterior coloquio bajo la denominación Inocencia radical. La vida en busca de pasión y sentido, un título no casual sino coincidente con el de su último libro, y del que Punset dio ayer unas pequeñas pinceladas.

"No quiero centrarme en la presentación de mi libro", explicó Punset, quien inmediatamente se enzarzó en un encuentro interactivo con los presentes, a los que invitó a descubrir la capacidad que tienen para gestionar sus propias emociones. Varios ejemplos prácticos y un test de personalidad ayudarían a este cometido, sobre cuyo eje versaría todo el encuentro.

"El siglo XXI es el siglo de las personas que han logrado superar la etapa de supervivencia física –esperanza de vida– pero están en un abandono emocional", indicó Punset, una afirmación categórica que se traduce a la vida cotidiana en un alarmante incremento de las enfermedades mentales y emocionales. "La OMS habla que el 20 por ciento de la población tendrá enfermedades mentales discapacitantes de aquí a diez años", una cifra que lleva irremediablemente a la necesidad de empezar a comprender lo que nos pasa por dentro.

"Se ha pasado de una vida estructurada a un mundo en el que las personas deben tomar decisiones de cómo quieren ser, cómo quieren vivir y cuáles son las responsabilidades sociales que tienen...", expresó Punset. La respuesta a estas cuestiones que producen inestabilidad emocional se encuentra en la propia educación, donde se tiene que hacer hincapié desde edades tempranas en los patrones emotivos. Para los más mayores, en cambio, resultará fundamental trabajar la estructura física del cerebro. ¿Qué elementos hay dentro de nosotros que son susceptibles de cambio? La empatía y la creatividad, elementos de entre otros muchos a los que contribuyó ayer Punset a su cambio enseñando habilidades y formas de relacionarse y expresarse; consejos que serían bien recibidos por los presentes.