Barbatona

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
TEODORO MAESTRE / Guadalajara
Como cada año cuando llega el segundo domingo de mayo peregrinamos desde Zaragoza a Cortes de Tajuña y desde aquí a Barbatona a estar con la Virgen en el día de su celebración mayor sin contar las visitas que le hacemos a lo largo del año cada vez que recorremos esos queridos parajes entre Alcolea del Pinar y Sigüenza.
Este año el tiempo como viene siendo habitual, recordemos la pasada Semana Santa, parece estar en contra de las celebraciones religiosas y así a mediados de mayo, tiempo que suele ser soleado, esplendoroso y florido, el día 10 nos obsequió con un día inestable y pasado por agua en algunos momentos de la celebración.

Pero ni con el tiempo con sus inclemencias ni la falta de devoción que de un tiempo a esta parte parece haberse adueñado de ciertos sectores de la sociedad detestando cualquier tipo de celebración cristiana, ni la crisis económica que ahoga a muchas familias impidiendo más de un desplazamiento, evitaron que Barbatona, el recinto sagrado y sus inmediaciones cobrase vida propia como tantos otros segundos domingos de mayo o septiembre, al llenarse de fieles devotos/as llegados de los pueblos limítrofes así como de provincias vecinas como lo testificaban autocares y coches que ocupaban la explanada, entre los pinos y los lugares cercanos al pueblo.

Barbatona ese día, segundo domingo de mayo, parece otro lugar que nada tiene que ver con lo solitario y silencioso que permanece a lo largo del año. Ese día una enorme multitud, cientos de personas que llenas de respeto y devoción después de oír la santa misa de campaña, se acercan a la Virgen para pedirle Salud y poder volver al año siguiente. Todo ello sumado a las atracciones para niños, comerciantes ofreciendo desde sus puestos los más variados artículos hacen que ese día grande en honor a la Virgen y su romería sin par tenga repercusiones en muchos kilómetros a la redonda.

Tampoco podemos dejar de mencionar el excelente servicio que prestan los miembros de la Guardia Civil en la regulación del tráfico, Protección Civil y Cruz Roja, Falta como en todas las grandes concentraciones de público, espacio para aparcamientos de vehículos. Atrás quedaron los años en que los romeros o peregrinos se desplazaban en mulas o caballos. Hoy los lugares en ese día escasean para dejar el coche, lo que obliga a muchos conductores a dejarlo entre los pinos donde alguna piedra, hoyo o saliente en el terreno destrocen algún cárter que otro haciendo necesarios los servicios de la grúa.