Medio millar de rumanos votaron el domingo en Guadalajara en unos comicios importantes para el desarrollo económico de su país

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: B.RETUERTA. GUADALAJARA
Por primera vez la provincia contó con una mesa electoral, en el colegio Pedro Sanz Vázquez
Cerca de 500 rumanos habían votado a las siete de la tarde de ayer en la mesa electoral ubicada en el colegio Pedro Sanz Vázquez de la capital, según datos de la embajada Rumana en España. Es la primera vez que se constituye una mesa electoral en Guadalajara. Se estima que en la provincia existen más de 4.000 rumanos mayores de edad y, por tanto, con derecho a voto. Estos comicios se presumen cruciales para el desarrollo económico del país, uno de los más pobres de la Unión Europea y también uno de los más corruptos, y en las que el actual presidente Traian Basescu ostenta una ligerísima ventaja sobre su rival socialdemócrata, Mircea Geoana, insuficiente sin embargo para garantizar su victoria en la primera vuelta. Gane quien gane, deberá restaurar la confianza de los inversores y de las instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya ayuda será imprescindible para rescatar al país balcánico de la crisis.
El polideportivo del colegio Pedro Sanz Vázquez se convirtió ayer, por unas horas, en una ‘pequeña Rumania’. Éste fue el lugar elegido por la Embajada de Rumania en España para constituir la primera mesa electoral en la provincia, donde se estima que existen más de 4.000 rumanos mayores de edad y, por tanto, con derecho al voto.
“Un total de 469 ciudadanos rumanos han ejercido su voto en esta urna hasta las siete de la tarde”, afirmaba la presidenta de la mesa, Mihaela Ioanovia, miembro del cuerpo diplomático de la Embajada rumana en España. A esa hora, más de una veintena de rumanos esperaban en la cola para poder ejercer el derecho al voto.
Una imagen que demostraba la elevada participación de los rumanos residentes en la provincia en estos comicios. “Es importante que acudamos, un voto siempre es un voto y si sumanos todos pueden decir mucho”, afirma uno de los rumanos que se acercaron a esta mesa. Según datos de dicha embajada se estima que cerca de un millón de rumanos residen en nuestro país, la mayoría de los cuáles pueden ejercer el derecho al voto.
Prueba de ello son las 38 mesas electorales constituidas en todo el territorio nacional. En el caso de Castilla-La Mancha, todas las provincias cuentan con una mesa para las elecciones rumanas, siendo la primera vez que se constituye en Guadalajara. La razón que ha llevado a la diplomacia rumana a ubicar un lugar de votación en la provincia es muy clara, el elevado número de ciudadanos rumanos existentes en Guadalajara. “Cada vez son más los rumanos que viven aquí y el hecho de tener una mesa facilita el voto, evitando que se desplacen a otras ciudades como Alcalá o Torrejón, donde también hay mesas electorales”, explica Mihaela Ioanovia.

Elecciones cruciales
Estos comicios se presumen cruciales para el desarrollo económico del país, uno de los más pobres de la Unión Europea y también uno de los más corruptos, y en las que el actual presidente Traian Basescu ostenta una ligerísima ventaja sobre su rival socialdemócrata, Mircea Geoana, insuficiente sin embargo para garantizar su victoria en la primera vuelta. Gane quien gane, deberá restaurar la confianza de los inversores y de las instituciones internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya ayuda será imprescindible para rescatar al país balcánico de la crisis. Junto a las presidenciales, se celebra también un referéndum en el que se preguntará a los rumanos si quieren unificar ambas cámaras del Parlamento, una propuesta realizada por Basescu y que, según el actual presidente, supone una garantía adicional para acelerar el programa de reformas que estará obligado a abordar el triunfador de los comicios, el cual gozará de un margen de acción ampliamente relativo para imponer sus ideas: el ganador tendrá derecho a designar a los dos próximos primeros ministros y a aprobar la coalición de gobierno que se formará tras las elecciones.