La ONU y ONG piden al Gobierno ceilandés que proteja a los desplazados cuando regresen a sus hogares

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: EUROPA PRESS
Naciones Unidas y diferentes ONG han dado la bienvenida a la decisión tomada por el Gobierno ceilandés de liberar a 136.000 tamiles que permanecen confinados en los campamentos situados en el norte del país, aunque afirmaron que el Gobierno debe asegurarse ahora de que los desplazados son atendidos de forma adecuada durante el proceso de retorno y cuando regresen a sus lugares de origen.
El Gobierno ceilandés anunció la semana pasada que más de la mitad de los desplazados internos ya habían sido liberados y anunció la "libertad total de movimiento desde el 1 de diciembre" del resto de desplazados. Hasta ahora, el movimiento de estos desplazados de los campamentos fuertemente vigilados ha sido restringido, un hecho que ganó las críticas de la ONU y diferentes grupos pro Derechos Humanos.

"La decisión se tomó como parte de las decisiones gubernamentales de mejorar los derechos y privilegios de los desplazados", indica un comunicado en la página del Goberno ceilandés recogido por la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, acogió con agrado estos anuncios, pero también pidió apoyo hacia los desplazados. El Gobierno debe "mejorar la calidad de los procesos de retorno, incluidas las consultas con los desplazados, y asegurar la mejor asistencia posible y los servicios a aquellos que regresan", indicaba Ban en un comunicado.

El director para Sri Lanka de Oxfam, Rene de Vries, afirmó que permitir la libertad de movimiento es un "buen paso para conseguir el cierre de los campamentos", pero no está claro todavía cómo afectará a la libertad de movimiento. "Tenemos que ver cómo se lleva a cabo (...), tal y como lo entendemos ahora mismo, no significaría la libertad total, sería un sistema mediante el cual la gente podría abandonar el campamento durante un período de tiempo determinado (...), para luego regresar al mismo", añadió.

En Kilinochchi y Mullaitivu, donde tuvieron lugar los combates más duros, la gente está regresando a sus hogares sin apenas infraestructuras, indicó De Vries. "Se les abandona para que se valgan por sí mismos, y creemos que las ONG pueden tener una actitud y acercamiento diferentes para ayudarlos a comenzar sus vidas de nuevo", afirmó.

"A los desplazados en el campamento Menik Farm --el mayor de los campamentos y donde hay cerca de 135.000 desplazados-- se les ha dado una tarjeta especial y sus movimientos, incluso después de regresar, han sido vigilados muy cuidadosamente", indica un informe realizado por diferentes organizaciones de la sociedad civil que han visitado en las últimas semanas las zonas donde permanecen los desplazados.

"Sin instalaciones básicas como el refugio, hospitales, transporte, agua potable o electricidad, y sin el derecho básico de libertad de movimiento, uno se pregunta qué significa para estos desplazados regresar a casa", afirma este informe.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, ha agradecido el programa acelerado de reasentamiento aunque indicó que el proceso de regreso puede mejorar. Holmes repitió las preocupaciones de la ONU sobre la falta de un proceso consultivo con los desplazados.

Por otro lado, el coordinador humanitario de la ONU para este país, Neil Buhne, explicó que los retornos de los desplazados se han completado en el este y, desde mediados de octubre, más de 46.000 personas han regresado en el norte. "Tenemos buen acceso a los que regresan, hasta ahora, éste ha sido satisfactorio", afirmó.