La Obra Social de Caja de Guadalajara rinde homenaje al pintor Alejo Vera

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Por: Redacción
La Obra Social de Caja de Guadalajara tiene entre más de un millar de obras de arte que componen su patrimonio artístico, la colección de dibujos y óleos más importante que se conserva de uno de los pintores más representativos de la mitad del siglo XIX, el guadalajareño, Alejo Vera.
El salón de actos de Torre de Caja de Guadalajara acoge mañana, día 10, a las siete de la tarde, la presentación del libro-catalogo “Alejo Vera, en la colección de arte de Caja de Guadalajara”, cuyas autoras son Rosario Baldominos Utrilla, Lourdes Escudero Delgado y Alina Navas Hermosilla. Previamente, Carlos Reyero, catedrático de Historia del Arte de la Universidad Autónoma de Madrid, disertará sobre tan insigne pintor, su obra y la época donde desarrolló su carrera.

A la conclusión del acto se inaugurará la exposición que permanecerá abierta hasta el próximo día 10 de abril, entregándose un ejemplar a los asistentes.

Alejo Vera Estaca nació en Viñuelas el 14 de julio de 1834. Se convertiría en uno de los más destacados artistas españoles de la segunda mitad del siglo XIX, respetado y reconocido por su obra artística y por su labor docente.

Los estudios elementales los realizó en la escuela pública y sus maestros, viendo ya su talento innato para el dibujo, le aconsejaron irse a Madrid y solicitar una beca a la Diputación Provincial de Guadalajara para recibir enseñanza artística en la capital.

El 25 de agosto de 1891 se produjo un éxito en su carrera al ser nombrado Director de la Academia Española de Bellas Artes en Roma. Antes de tomar posesión de su cargo leería, el 26 de junio de 1892, el discurso de recepción en la Academia de San Fernando, titulado Realismo y Naturalismo en la pintura y sus diferencias e importancia comparados con el Idealismo.

El 17 de octubre de 1892, tomó posesión de su cargo de Director de la Academia Española en Roma, puesto que ocupó durante seis años. Alejo Vera realizó correctamente las funciones propias de su cargo. Durante su permanencia en él se aprobó un nuevo Reglamento y una vez acabado el plazo reglamentario que le permitía ostentar dicha Dirección, a fines de 1898, regresó a Madrid donde estuvo impartiendo clases. Falleció el 4 de febrero de 1923 en su domicilio de Madrid.